Durante uno de los conciertos de su gira + Pretty + Dirty World Tour en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México, Maluma detuvo la presentación al percatarse de que una espectadora había llevado a su bebé de aproximadamente un año al público. Sin mediar música, interrumpió el show para dirigirse directamente hacia la madre y expresarle su preocupación por el menor.
En un tono serio pero cauteloso, el artista destacó lo inapropiado del entorno ruidoso para un bebé, incluso utilizando expresiones fuertes como: “¿Usted cree que es una buena idea traer un bebé de un año a un concierto donde los decibeles están en la puta mierda, donde el sonido está durísimo?” También mencionó que el niño no entendía la situación y aconsejó a la madre proteger sus oídos en futuras ocasiones.
Maluma relató que, como padre, nunca llevaría a su hija París a un concierto a tan corta edad y calificó el acto como una “irresponsabilidad”, enfatizando que el niño parecía ser usado como un juguete al ser movido entre la multitud. La intervención recibió aplausos del público, lo que reflejó su respaldo hacia la protección del menor.
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