En el momento en que Michael Jackson se preparaba para dar el concierto final de su gira «This Is It» en el Staples Center de Los Ángeles, en julio de 2009, tenía una deuda acumulada de 30 millones de dólares. Según un contador público certificado, el cantante gastaba grandes sumas en «donaciones a la caridad, regalos, viajes, arte y muebles» y también en joyas. Su plan era que la gira le permitiera recomponerse financieramente y dejar atrás la vida descontrolada que llevaba.
La deuda: Según Los Angeles Times, Michael Jackson tenía una deuda acumulada de 30 millones de dólares al año. En 1998, esta cifra era de 140 millones y en el período entre 2001 y 2009, llegó a alcanzar los 170 millones. Los intereses generados por esta deuda oscilaban entre el 7% y el 16,8% anual.
La lucha para pagar la deuda: Michael Jackson intentó saldar su deuda a través de la gira «This Is It», pero su muerte prematura impidió que fuera posible. Después de su fallecimiento, sus abogados trabajaron para eliminar las deudas que dejó atrás, lo que les llevó a renegociar y reestructurar los acuerdos financieros existentes a tasas de interés reducidas.
Consecuencias después de la muerte: Aun después de la muerte de Michael Jackson, sus abogados aún enfrentan desafíos legales y fiscales relacionados con la gestión del patrimonio del cantante. Uno de los casos más destacados es la acusación presentada por Wade Robson y James Safechuck, dos presuntas víctimas que alegan haber sido abusadas sexualmente por Michael Jackson cuando eran menores de edad. La justicia les concedió un juicio y los abogados del patrimonio de Michael Jackson han negado las acusaciones.
La lucha financiera y legal que enfrentó Michael Jackson hasta el día de su muerte es un reflejo del complejo legado que dejó atrás. Aunque su legado artístico sigue vivo, la gestión del patrimonio del cantante sigue siendo un desafío para sus abogados y representantes.