La trágica muerte del actor Matthew Perry el 28 de octubre de 2023 ha puesto al descubierto una intrincada red de distribución de ketamina, un anestésico que ha ganado popularidad debido a su uso no autorizado en el tratamiento de la depresión y la ansiedad.
De acuerdo con documentos judiciales recientes, Perry recibió una dosis fatal de ketamina, siendo esta la tercera inyección que recibió en el mismo día. Horas más tarde, fue encontrado sin vida en su bañera de hidromasaje. El informe del forense confirmó que la ketamina fue la causa principal de su muerte.
La investigación policial, que resultó en la acusación de cinco personas vinculadas a su fallecimiento, ha revelado detalles alarmantes sobre la adicción de Perry y la red de distribución de ketamina en Hollywood. Los documentos judiciales muestran cómo Perry pasó de recibir tratamiento en clínicas especializadas a depender de médicos corruptos y traficantes clandestinos.
El creciente uso de la ketamina en los últimos años ha facilitado su acceso tanto a través de clínicas especializadas como en mercados ilegales. David Mahjoubi, presidente de la Junta Estadounidense de Médicos de Ketamina, destacó la facilidad con la que las celebridades pueden obtener recetas para esta droga.
La investigación ha sacado a la luz una vasta red criminal en Los Ángeles que distribuye grandes cantidades de ketamina, subrayando los riesgos asociados con su uso y la necesidad de una regulación más estricta.
