
Al Pacino protagonizó un momento histórico al convertirse en la primera estrella de Hollywood en reunirse con el Papa León XIV en el Vaticano. La audiencia privada tuvo lugar el lunes 16 de junio y marcó un hito en las relaciones entre el mundo del entretenimiento y la Iglesia católica. La visita se realizó en el contexto de la filmación de Maserati: The Brothers, cinta en la que Pacino interpreta a un importante empresario vinculado a la historia de la legendaria marca automotriz italiana.
Durante el encuentro, Pacino y el Papa conversaron sobre valores compartidos como la familia, la compasión y el sentido de propósito. Según Andrea Iervolino, productor de la película, la reunión fue profundamente espiritual y simbólica. Aunque breve, la conversación abordó el impacto cultural del cine y el papel del arte en la promoción de principios universales, en sintonía con el mensaje que ha querido transmitir el Papa León XIV desde su elección.

La visita de Pacino no fue solo un gesto diplomático, sino también un puente entre dos mundos que rara vez se cruzan. Su llegada al Vaticano, acompañado del equipo de producción, refleja cómo figuras influyentes del cine buscan conectar con líderes espirituales en busca de inspiración y legitimidad moral para sus proyectos. Este acercamiento ha sido interpretado como un signo del interés del nuevo pontífice por abrir espacios de diálogo con la industria cultural global.
