Hoy el mundo celebra el nacimiento de una de las figuras más icónicas del rock, el inigualable Freddie Mercury. Famoso por su carisma, su extravagancia y su voz capaz de romper las barreras del sonido y el alma, Freddie sigue siendo, incluso décadas después de su partida, una leyenda viva en la música y en los corazones de millones.
Con su característica modestia (por decirlo irónicamente), alguna vez dijo que no sería una estrella del rock, sino una leyenda. ¡Y vaya que lo logró! Freddie no solo lideró a Queen hacia el estrellato global, sino que dejó su sello en cada escenario que pisó con su inigualable talento y ese magnetismo que desafiaba las leyes de la física.
«Soy solo una estrella fugaz», decía, pero todos sabemos que su luz sigue ardiendo. Con su estilo provocador y sus comentarios siempre cargados de humor irreverente, Freddie desafió las convenciones y vivió a su manera, haciendo todo «al máximo volumen».
Hoy, recordamos a este campeón del escenario, que no necesitaba otra cosa más que un micrófono, su bigote y una multitud lista para rendirse a sus pies. Desde donde esté, seguro está sonriendo con su famosa ironía, diciendo: “Larga vida a la Reina… y a mí, por supuesto”.