Madonna está nuevamente en el ojo público debido a que varios seguidores la acusan de falta de consideración por los retrasos en el inicio de sus conciertos durante The Celebration Tour.
Recientemente, tres fanáticos presentaron una demanda en Washington D.C., alegando que tanto la artista como la empresa promotora Live Nation participaron en prácticas comerciales engañosas al demorar deliberadamente el inicio de sus espectáculos, originalmente programados para las 8:30 p.m., pero que no comenzaban hasta las 10:30 p.m., según informó Billboard.
Los demandantes, identificados como Elizabeth Halper-Asefi, Mary Conoboy y Nestor Monte Jr., expresaron sentirse defraudados al verse obligados a abandonar el recinto antes de que terminara el evento, lo que les impidió disfrutar plenamente del espectáculo por el que habían pagado, además de señalar las condiciones «calurosas e incómodas» del lugar y acusar a la cantante de usar lip-sync durante su actuación.
Se reveló que uno de los demandantes pagó 992,76 dólares por entradas a través de StubHub, mientras que los otros compraron sus boletos en Ticketmaster por precios que oscilaron entre 252,44 y 537,70 dólares. La demanda también destaca precedentes de la tendencia de Madonna a iniciar sus conciertos con retraso, resaltando que aunque algunos compradores de entradas podrían haber estado al tanto de esta práctica, no podían prever la magnitud del retraso.
En un intento de defenderse contra acusaciones similares por retrasos en Brooklyn, Nueva York, los abogados de Madonna argumentaron que «ningún asistente razonable a conciertos, y ciertamente ningún fan de Madonna, esperaría que el acto principal de un concierto en una gran arena subiera al escenario a la hora del evento indicada en la entrada». Contrarrestaron las quejas diciendo que los asistentes recibieron un espectáculo completo y de alta calidad por el que pagaron.
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