El 3 de diciembre de 1992 marcó el envío inaugural del primer mensaje de texto (SMS) a través de la red GSM de Vodafone, ubicada en el Reino Unido. El destinatario, Richard Jarvis, colaborador de Vodafone, recibió un simple mensaje de «Feliz Navidad». El remitente fue Neil Papworth de Sema Groups (ahora Mavenir Systems), quien utilizó la computadora personal de Jarvis para enviar el mensaje.
En ese período inicial, los mensajes de texto estaban limitados a 160 caracteres y tenían un costo elevado, a pesar de lo cual ganaron rápidamente popularidad. A lo largo del tiempo, se amplió el límite de caracteres y se introdujeron mejoras como la inclusión de emojis y la capacidad de enviar imágenes (MMS), aunque esto encareció el servicio.
El concepto del SMS fue concebido en 1985 por el ingeniero finlandés Matti Makkonen, empleado de Nokia, y las iniciales corresponden a «Short Message Service» (Servicio de Mensajes Cortos). Los teléfonos capaces de enviar SMS sustituyeron rápidamente a los analógicos. No obstante, con la llegada de smartphones y aplicaciones como WhatsApp, Telegram o Messenger, el SMS perdió protagonismo, dado que estas permitían una comunicación instantánea sin costos asociados.
En la actualidad, el SMS sigue en uso, principalmente por entidades oficiales, servicios bancarios, para el envío de códigos de verificación, como herramienta de marketing o para participar en sorteos y micropagos. También se emplea ocasionalmente para la localización de terminales que lo reciben.
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